A veces muero y a veces te odio.
Cuentan la sensación de estar perdida.
De los días que se esfuman en desolación.
De sentirme seca y sedienta de no ser, tan solo parecer.
Cuánto amor puede uno no dar. Cuánto..
Tanta reserva en nuestras almas. Una maldición.
Esclavos del destino.
Enclaustrados al tormento.
Al hastío de los días, a la resonancia de los tiempos.
A la superficialidad maldita. A la gente sin rumbo.
Al otro lado del mundo, al otro lado en que nadie respira.
Otras perspectivas desconocidas.
Otras maneras de amar.
Amar a muchos y a muchas.
O amar con dolor. Amar con ternura inaccesible.
Amar con sumisión, con sacrificio.
Amar con augurio, amar en la oscuridad.
Sutileza exquisita de estas notas sombrías.
De la música que emana de mi al verte.
El deseo de fugarme lejos y cerca. El deseo de posesión.
Pero... una vez más. ¿Amor o qué?
¿Qué hacer?
¡Qué elección profunda y repentina!
Si bien mi vida es monótona en picada.
Si es para otros quizá lo que debiera ser.
Para otros. Para mí no es suficiente.
No ha sido suficiente. No lo es. Nunca lo ha sido.
Y vos, una silueta repentina que desahoga mis días.
Sin embargo... en mi temor me alejo.
Soy cobarde, me revuelco en mi inseguridad al perderlo todo sin vos.
En perder aquello que jamás premedité. En lo que ya es casi desconocido.
Por eso, me voy a saborear lo que en el fondo he buscado…
Aunque no me alcance la vida para entenderlo.
2009 copyright © derechos Reservados
1 comentario:
Una poética degustable.
Nos leemos.
Saluditos...
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