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Editorial Dunken - Librería on line

jueves, 10 de septiembre de 2009

Desaparecer...



Al menos a veces es lo que quisiera hacer: diluirme, perderme, evaporarme como la niebla. Me gustaría hacerlo sin tener que dar explicaciones (gastamos mucho tiempo de nuestra vida diciendo el porqué se actuó de una manera o porqué se hizo o dejó de hacer, porqué se dijo o se quedó a dormir en los labios,.. y hay un revolver que nos apunta cada día), simplemente salir por la puerta de adelante y de un portazo, tranquilo o vibrante, dejar todo atrás.


Ver el día como si nunca antes hubiese visto tanta luz, o las nubes, o la lluvia (aún no es tarde, nunca lo es). Pasear recorriendo las calles de cualquier pueblo, recordando y aprendiendo calles nuevas, rincones ocultos a la vida cotidiana. Descubrir que no sólo en la plaza aún hay niños que juegan y puestos que les regalan momentos de dulzura (efímeros pero intensos).


Me gustaría ser como mis sueños me permiten ser. Yo misma. No tener que hablar de oropeles sino de lo imponderable (aún a sabiendas de que cada cual tiene su criterio de lo que es o no importante). No tener que explicar si siento tristeza, tan sólo poder estar callada, abrazarme y llorar (o no llorar, pero sentir el calor de un abrazo); o hablar mil horas de cómo me siento, de lo que no entiendo.

Querría poder cantar por las calles sin que piensen que me faltan tornillos y aceite, o que por las noches debería dormir en un cuarto acolchado; tal vez sería más fácil y alegre el pensar que quizás cante porque soy feliz, y que no me coarto porque me gusta compartir la felicidad sin fecha de caducidad.
Disfrutar de cada momento, del ahora. No vislumbrar el futuro, ni las preocupaciones; ni abrir el cajón donde se guardan los recuerdos viejos, los fragmentos deshilachados de la vida. Permanecer todos los días en ese sentimiento de paz y calma (como si no hubiese gravedad capaz de atarme al suelo).
Poder cerrar los ojos sin miedo a que al abrirlos, todo cambie: el ritmo se acelere y se vuelva a perder el punto del caramelo.


Poder tomar tu mano y enseñarte la vida toda, con ojos nuevos!

2008 copyright © derechos Reservados

1 comentario:

María Laura dijo...

LO QUE ESTOY SINTIENDO ME HABLA DE LA LIBERTAD!!!
GRACIAS,
UN ABRAZO,
LAU!