Para adquirir el libro NADIE SIENTE CON MI PIEL de Sandra A. González Saavedra (click abajo)



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Editorial Dunken - Librería on line

lunes, 23 de diciembre de 2013

PARA MIS ADENTROS







En mi cabeza se aglutinan miles de palabras. Se juntan, se conocen, se saludan, se invitan, se acompañan, se pelean, se distancian, se reordenan. Frases completas que surgen, que crecen, que viven entre mis ideas, que se acurrucan en mis neuronas, que se quedan ahí, listas, predispuestas a ser dichas o archivadas o modificadas o agrupadas.
 

Cocino y se me llena el cuerpo de memorias  que hacen que sea optimista sólo porque alguna vez existieron  y las letras me desbordan. Con cada tomate que corto, con cada ñoqui que paso por el tenedor, en cada uno de esos gestos simples, diminutos y cotidianos reaparece esa persona, esa historia, ese recuerdo y toma forma de palabras y se relata completo adentro mío mientras mis manos están ocupadas haciendo otras cosas, cocinando, viviendo.
 
Me miro desde afuera de mi misma, me veo similar a la niña que era, torpe y con una cuota no menor de temor adentro del cuerpo pero, aún así, trepada a un tapial o  acomodando cosas en el patio y hasta me parece que entiendo toda una parte de esta mujer que soy. Mientras estoy de cara al cielo, colgando entre el asador y el gallinero, arriesgando las uñas con cada alambre que retuerzo, en silencio, en calma, concentradísima en cada movimiento que hago para que mis problemas motrices no me traigan consecuencias graves, las oraciones aparecen espontáneamente, como si no tuviese que pensarlas. Y se quedan ahí, tranquilas, sin siquiera demandar que las exteriorice. Casi de la nada, consigo equilibrar anécdotas mientras mis dedos están entretenidos haciendo otras cosas, entoldando vientos, viviendo.

Decenas de nociones cotidianas se enuncian a sí mismas adentro mío cada día. Están ahí, acá, se van haciendo lugar las unas a las otras, se van distribuyendo en conjuntos caprichosamente armados, se van etiquetando entre ellas. Conversan, se burlan, se ríen hasta la afonía, gritan, se conocen, se olfatean, se quieren y se repelen, se acarician, lloran, se lastiman, se escuchan, se ignoran, brindan, duermen, existen, SON, mientras yo estoy distraída cocinando, caminando, conversando, entoldando, viviendo…

martes, 10 de diciembre de 2013

Lucecita

 

No lo sabe o, quizás  no me cree o, puede ser  que algunos días se olvida demasiado rápido que el mundo es un mejor lugar porque un día nació ella.
No recuerda o, tal vez no está al tanto o, es una opción, no puede entender que la vida de los que la queremos es tanto más maravillosa porque ella está cerca.


Porque es capaz de abrazar hasta que el cuerpo entero sea sólo sonrisas, y abraza.

Porque es capaz de sentir en su propia piel todo lo que nos pasa a los demás, y siente.

Porque es capaz de llenar de lucecitas de colores el mundo cuando se ríe, y se ríe.

Porque es capaz de querer empecinadamente, contra todos los pronósticos, con un querer que sana y embellece, y quiere.

Porque es capaz de caerse de las maneras más aparatosas y machucarse un poco y dolerse entera, y se cae.

Porque es capaz de levantarse, íntegra,  una y mil veces, y se levanta.

Porque, aunque parezca mentira, algunos días es capaz de creer cuando le decimos de todas las maneras posibles que no está solita en el mundo peleando su lucha diaria,  y cree.

Porque es capaz de brillar multicolor, ¡y brilla!

jueves, 17 de octubre de 2013

DAME LA MANO Y VAMOS A DARLE LA VUELTA AL MUNDO

..............................................
Lo Que He Aprendido
Es Por Que Lo Veo
Mientras Más Pasan Los Años
Me Contradigo Cuando Pienso
El Tiempo No Me Mueve
Yo Me Muevo Con El Tiempo
Soy, Las Ganas De Vivir
Las Ganas De Cruzar
Las Ganas De Conocer
Lo Que Hay Después Del Mar

Yo Espero Que Mi Boca
Nunca Se Calle
También Espero Que Las Turbinas De Este Avión Nunca Me Fallen
No Tengo Todo Calculado
Ni Mi Vida Resuelta
Solo Tengo Una Sonrisa
Y Espero Una De Vuelta

Yo Confió En El Destino
Y En La Marejada
Yo No Creo En La Iglesia
Pero Creo En Tu Mirada
Tú Eres El Sol En Mi Cara
Cuando Me Levanta
Yo Soy La Vida Que Ya Tengo
Tu Eres La Vida Que Me Falta
Así Que Agarra Tu Maleta
El Bulto, Los Motetes
El Equipaje, Tu Valija
La Mochila Con Todos Tus Juguetes

Y!, Dame La Mano
Y Vamos A Darle La Vuelta Al Mundo
Darle La Vuelta Al Mundo
Darle La Vuelta Al Mundo

Dame La Mano
Y Vamos A Darle La Vuelta Al Mundo
Darle La Vuelta Al Mundo
Darle La Vuelta Al Mundo

La Renta, El Sueldo
El Trabajo En La Oficina
Lo Cambie Por Las Estrellas
Y Por Huertos De Harina
Me Escape De La Rutina
Para Pilotear Mi Viaje
Por Que El Cubo En El Que Vivía
Se Convirtió En Paisaje
Yo!, Era Un Objeto
Esperando A Ser Ceniza
Un Día Decidí
Hacerle Caso A La Brisa
A Irme Resbalando Detrás De Tu Camisa
No Me Convenció Nadie
Me Convenció Tu Sonrisa

Y Me Fui Tras De Ti
Persiguiendo Mi Instinto
Si Quieres Cambio Verdadero
Pues, Camina Distinto
Voy A Escaparme Hasta La Constelación Más Cercana
La Suerte Es Mi Oxigeno
Tus Ojos Son Mi Ventana
Quiero Correr Por Siete Lagos
En Un Mismo Día
Sentir Encima De Mis Muslos
El Clima De Tus Nalgas Frías
Llegar Al Tope De La Tierra
Abrazarme Con Las Nubes
Sumergirme Bajo El Agua
Y Ver Como Las Burbujas Suben

Y!, Dame La Mano
Y Vamos A Darle La Vuelta Al Mundo
Darle La Vuelta Al Mundo
Darle La Vuelta Al Mundo

Dame La Mano
Y Vamos A Darle La Vuelta Al Mundo
Darle La Vuelta Al Mundo
Darle La Vuelta Al Mundo 


 Letra y música Calle 13

jueves, 22 de agosto de 2013

Charla conmigo misma




La vida es una suma de detalles. 
Las pequeñas cosas que suceden entre dos grandes momentos son nuestros días y nuestras horas y nuestros lugares y nuestros afectos.
 

Así que dale, nena. Ya está.
Escurrite los malos ratos y empezá a moverte otra vez. Seguí llenando de detalles tus días porque eso es, exactamente, construir tu vida. Habrá quienes quieran compartirla y quiénes no.
Habrá quienes sepan y quiénes no.
Habrá quienes acompañen sólo un rato y quienes estén muchos años.
Habrá quienes entiendan y quienes no necesiten comprender para querer.
Como sea. Vos dale.
Que a fuerza de pequeñas cosas se cuidan los afectos y se arman los días.
 

¿Te acordás? La única que puede hacer algo con esta vida tuya sos vos y la única manera de hacerlo es detalle tras detalle, pie detrás de pie. Que tanto al cataclismo como al gozo se llega así…
De a poco.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Para mis hijos

 
 
Si, para mis hijos todo mi tiempo  
mi amor y mis sentidos 
todos los trucos, mi amor y mi conciencia 
todos los sueños y toda mi presencia  
para mis hijos si, para mis hijos 
todos mis callos y todos mis delitos 
todas mis horas y todo lo infinito  
mis necedades, tesón y requisitos  
para mis hijos no quiero adversidades  
los quiero claros, sinceros y gigantes  
para mis hijos no quiero enemistades  
los quiero quiero gratos sonrientes y brillantes 
 para mis hijos no quiero oscuridades, 
los quiero listos, precisos y pensantes 
para mis hijos no quiero ser sobrante 
los quiero buenos, humanos y triunfantes 
para mis hijos si, para mis hijos 
hazme brillante, genial y muy paciente, 
hazme precisa, jovial e inteligente  
hazme una buena madre alegre y eficiente...

Paco Stanley


lunes, 5 de agosto de 2013

Abriendo los ojos a un Universo nuevo

¿Cómo empezar este relato?
¿De qué manera podría describirla?
A ver, quizás si me remonto en el tiempo a… digamos, unos dos años y pico atrás, esto que pretendo escribir cobre algo de sentido.

Me mudé de  casa,  pero mi nueva casa era eso, sólo una casa…
Extrañaba el calor de hogar.  Y un súbito y ardiente deseo se apoderó de mí, quería, con imperiosa necesidad una mascota, un animalito bebé en quien  volcar todo ese instinto maternal que me acompaña desde que tengo memoria,(y que evidentemente no había sido saciado por mis dos hijos  y muchos sobrinos),  y así fue como me puse a buscar cachorritos dados en adopción.  No quería comprar un perrito de raza, quería rescatar de la calle a alguno que anduviera tan necesitado de “hogar” como yo, y así fue como Carmela llegó a mi vida.

Me la dieron ya “bautizada” y no osé cambiarle el nombre,  (todo sucede por algo y si ese era el nombre elegido para ella, por algo habrá sido).  Cuando vi ese montoncito de carne y pelos tan diminuto que cabía en la palma de mi mano, se me encogió el corazón y me sentí  totalmente enamorada de ella.  La acomodé en el asiento del  acompañante de mi auto,  envuelta en un trozo de tela y en la misma cajita de cartón conque me la entregaron.  No se cómo logré llegar a casa ya que venía con un ojo en el camino y con el otro en la bolita de pelos que lloriqueaba a mi lado.

La primera mañana que  amaneció en casa se trenzó en una batalla desigual con la pesada alfombra de mi cuarto hasta que logró arrastrarla unos cuantos centímetros.   Ese fue el momento en que supe que mi perrita tenía un gran temperamento y que seguramente su carácter también lo sería, sólo habría que encausarla un poco.  Pero nada me preparó para lo que sucedería con su ¿personalidad?  ¿se puede hablar de personalidad en un perro? Jajajaja  no lo se, pero  no encuentro otra manera de referirme a ello.

Este pequeño animalito de cuatro patas logró sacarme de mi ermita, porque en eso se había convertido mi casa…
Al llegar la primavera comencé a dejarla salir al jardín delantero y cuán grande fue mi alegría al aprender a mirar el mundo a través de sus ojos sorprendidos y curiosos. Día a día la veía crecer e interactuar con la gente que pasaba, y un vínculo muy especial se fue estableciendo entre ella y los vecinos del barrio.
Yo solía dejarla jugando allí, disfrutando del sol, y me dedicaba mientras tanto a hacer mis cosas en el interior de la casa.  Cada vez que miraba por la ventana para ver si todo estaba bien, veía a Carmela parada en dos patas, moviendo la cola como poseída mientras alguien, niño o adulto, la acariciaba a través de las rejas que la separaban de la vereda y por ende del mundo exterior. 

Una tarde en que pretendí dedicarme a la jardinería  con Carmela correteando a mi alrededor, me llevé una sorpresa muy grande al ver como ella intentaba llamar la atención de muchas de las personas que pasaban por la vereda, no de todas, (noté que las escogía selectivamente pero no pude dilucidar cuál era el criterio que usaba para su selección, supongo que puro instinto, y jamás le falló), y a  esos “elegidos” les dedicaba todas sus gracias y toda su simpatía, (si, ya se, muchos me dirán que los perros no tienen simpatía, pero yo les aseguro que Carmela sí la tiene), y no se detenía hasta que la persona en cuestión  paraba y le dedicaba alguna caricia y palabra afectuosa, hecho lo cual, ella se quedaba tranquila hasta  que apareciera otro “elegido”.  Me resultó evidente que este ritual lo venía practicando desde hacía un tiempo porque fueron varios los caminantes que se cruzaron  desde la vereda de enfrente para saludarla y de paso preguntarme su nombre.  Esto me llevó a charlar unas pocas palabras con varias personas que para mí eran desconocidas y dejar atrás mi lado ermitaño tan cuidadosamente cultivado.
A partir de ese día se me ocurrió que debía ponerle una chapita con su nombre, así “sus amigos” podrían nombrarla sin necesidad de decirle pichicho o algo parecido.
Grande fue  mi sorpresa cuando unos días después, estando yo sola en el jardín, varios chicos y no tan chicos se acercaron a preguntarme por Carmela.

Así fue como tomé la costumbre de dejarla pasar un tiempo en el jardín del frente sólo para que pudiera estar en contacto con sus “amigos”, ¡y qué maravilloso fue esto!
Un mundo nuevo se abrió ante mí, uno que jamás hubiera conocido de no haber sido por Carmela, la dulce, la simpática, la juguetona Carmela, que seducía por igual a niños y a abuelos, a jóvenes y no tan jóvenes, con los que invariablemente tenía que hablar sólo porque ella los convocaba a su alrededor y yo estaba allí, como una huésped no invitada, asistiendo a una fiesta que Carmela auspiciaba jajaja.

Despierta en la gente que la conoce una ternura que quizás no sabían que tenían.
He escuchado toda clase de conversaciones entre los chicos y ella, y he mantenido otras tantas con vecinos cuya existencia, antes de Carmela, ignoraba.
Una nenita llegó a decir que Carmela era su perrita preferida de todo el barrio! Y esas palabras en boca de una criatura tan chiquita me hicieron ver la vida de otra manera.

Algunos se acercan con timidez y me preguntan cuando me ven sola en el jardín: -¿y Carmela dónde está? A lo cual sigue una breve o no tan breve charla en la que me entero de más detalles del hermoso carácter que mi querida mascota.

Ya han pasado más de dos años desde que Carmela llegó a mi vida y la modificó, claro, algunos dirán: -pero San, lo que te sucede con respecto a Carmela es lo mismo  que le pasaba al Principito con su rosa*- y quizás tengan razón, sólo que  yo prefiero seguir creyendo en la magia que la rodea. 
 Aún no me acostumbro a lo que este animalito genera en los demás.  Son tantas las expresiones de cariño, de preocupación, de inquietud y de ternura que veo en los rostros de esos seres antes anónimos para mí, que no me va a alcanzar lo que me resta de vida para agradecerle a mi linda perrita por haberme regalado este universo totalmente nuevo de amor y de complicidad!!!




*El Principito y su rosa
Pero sucedió que el principito, habiendo atravesado arenas, rocas y nieves, descubrió finalmente un camino. Y los caminos llevan siempre a la morada de los hombres.
  -¡Buenos días! -dijo.
Era un jardín cuajado de rosas.
-¡Buenos días! -dijeran las rosas.
El principito las miró. ¡Todas se parecían tanto a su flor!
-¿Quiénes son ustedes? -les preguntó estupefacto.
-Somos las rosas -respondieron éstas.
-¡Ah! -exclamó el principito.

Y se sintió muy desgraciado. Su flor le había dicho que era la única de su especie en todo el universo. ¡Y ahora tenía ante sus ojos más de cinco mil. Todas semejantes, en un solo jardín!
Y luego continuó diciéndose: "Me creía rico con una flor única y resulta que no tengo más que una rosa ordinaria”.
 
Entonces apareció el zorro:
 
-¡Buenos días! -dijo el zorro.
-¡Buenos días! -respondió cortésmente el principito.
-¿Quién eres tú? -preguntó el principito-. ¡Qué bonito eres!
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-, ¡estoy tan triste!
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado.
-¿Qué significa "domesticar"?
- Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear vínculos... "
-¿Crear vínculos?
-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
-Comienzo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...
 
-Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.

El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:

-No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.

Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:

-Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mi rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
 
Y volvió con el zorro:
- Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : no se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos.
-Lo esencial es invisible para los ojos -repitió el principito para acordarse.
-Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
-Es el tiempo que yo he perdido con ella... -repitió el principito para recordarlo.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
-Yo soy responsable de mi rosa... -repitió el principito a fin de recordarlo.
(El principito, Antoine de Saint-Exupéry)




miércoles, 1 de mayo de 2013


AVENTURA





 Suelo detenerme frente  a algún espejo
porque en el reflejo siempre estas ahí.
Suelo andar de noche como un vagabundo
naufragando ciego en este mar profundo
de sentirte tanto y no tenerte aquí.

Te extraño y me siento solo sino estás conmigo
aunque vas prendida en todos mis sentidos,
todos los rincones de mis pensamientos.

Te amo,con la vida entera,con el alma mía
segundo a segundo,te amo día a día
en cada latido de mis sentimientos.

Quiero que me entiendas todo lo que digo,
quiero que lo escuches en esta canción.
Todo lo que tengo todo lo que vivo
ya no vale nada, no tiene sentido
sino escucho el brillo de tu dulce voz.

Te extraño y me siento solo sino estas conmigo
aunque vas prendida en todos mis sentidos,
todos los rincones de mis pensamientos.

Te amo,con la vida entera,con el alma mía
segundo a segundo,te amo día a día
en cada latido de mis sentimientos.

Ojala tu abrazo fuera un cielo eterno.
Ojala mi mundo terminara en ti.
Gracias a la vida y a Dios que te tengo
y que puedo darte lo mejor de mi.


martes, 26 de marzo de 2013

PAUSA



 
Y caminar  cantando una canción,  y descalzarme,  y que se me vayan escapando los rulos rebeldes de la vincha que los sujeta,  y deleitarme con el viento refrescante y las nubes, y disfrutar de la tela de la pollera cosquilleando mis rodillas, y acostarme boca arriba a sentir como toda mi espalda se relaja contra el piso y reírme a carcajadas con la boca, con los ojos, con la cara, con el cuerpo y tomar jugo de naranjas recién exprimido y cantar con los hombros distendidos y jugar con los dedos de los pies.

Y cuando se termine la canción, darle play y volver a empezar.

martes, 12 de marzo de 2013

Sin porqué, el miedo...





Se comenta que yo me quedé un ratito colgada de tu risa antes de “verte” por primera vez. Se dice que vos pensaste que nunca me ibas a conocer. Y así empezó la amistad, nuestro primer puñado de días compartidos a la distancia. Montones de horas llenas de música y mates y libros  y una película que nos inventamos de a dos y una parva de detalles que nos iban a seguir reuniendo.

Algunas características de cada uno las habíamos vislumbrado antes, otro montón de particularidades las fuimos develando después. Con tiempo, con ratos compartidos en paréntesis del mundo, con chistes, con carcajadas, con mis rutas y bosques y tus encierros y luz artificial, con confesiones y alguna que otra lágrima, con tus pavadas exageradas y mis superpoderes, con abrazos nudo y rascadas de espalda, con poesías inventadas y pelis  desopilantes. Compartimos, nos compartimos, un racimo de días cada tanto y nos fuimos asomando a la vida de cada uno.

Nos acostumbramos a tenernos, nos regalamos ratos para extrañarnos, nos encontramos en cada uno de nuestros pensamientos. Tomamos helados, comimos lemon pie, cocinamos juntos, improvisamos sanguchitos, paseamos entre las piedras, cruzamos puentes y trepamos montañas, nos miramos mucho, nos espiamos gestos y reacciones, nos colamos entre los amigos y las familias, nos zambullimos, nos quisimos, mucho, tanto.

Pero claro, te tomaste tan en serio el trabajo de no enamorarte que no quedó ni una grieta para que yo pudiera sentirte. Nos dolimos, nos alejamos, nos incomunicamos… hablamos, nos disculpamos, nos perdonamos,  nos dimos un rato más de tregua, de changüí… Y ya ves, nos salió bien!
 Aquí estamos los dos lado a lado en este universo nuestro  que de tan lindo, (a veces), me asusta…

sábado, 12 de enero de 2013

Tiempos poéticos





Subo al auto, giro la llave, doy arranque y en mi cabeza se disparan las imágenes y las sensaciones de otro día, otro momento en que encendí el motor, cuando pasaban otras cosas, cuando pensaba en otros temas... hasta que el sonido de la  puerta me distrae y el recuerdo se adormece. Recorremos calles que conozco, esquinas que podrían recapitular tantos momentos de mi vida, rincones que cambiaron y otros que no variaron en lo más mínimo. Freno, cambio de lugar para abandonar el rol de conductor en un movimiento tan habitual que está completamente habitado de otros momentos. Revuelvo la cartera y cada papelito, cada birome, cada estuche de anteojos deja en mis dedos remembranzas de otros episodios que casi parecen de otra vida. Bajo en la misma panadería a pedirle los mismos bizcochos a la misma mujer que ya sabe qué llevo y en qué orden prefiero que estén en la bolsa y el aroma a pan cocido en horno a leña me convierte en nena otra vez. Vuelvo al auto, coloco un cd, canción tras canción tras canción, recuerdo tras recuerdo tras recuerdo…
Cada retazo de presente activa recuerdos, revive memorias, despabila remembranzas. Cuando me caí de la  bicicleta y quedó esta cicatriz en mi rodilla derecha, la primera vez que me sentí linda, la última vez que me sentí tan sola, el primerísimo primer beso, los que vinieron después, los basta, las penas, los abrazos de amigas, las charlas en ese banco, las horas de conversación por teléfono, la hoja de árbol que durmió en un folio de todo mi quinto año porque la había encontrado una gran amiga,  el pulóver colorado,  precioso, que me abrigó durante años, el primer gran papelón de mi vida, la lluvia por adentro y por afuera de mi cuerpo en esa tarde de despedida, las bailarinas de la vereda, los picnics, las salidas, la bendita noche en que finalmente esas sandalias me abandonaron y terminé la velada descalza, el pibe de los bombones dos corazones a la salida del sanatorio,  las calzas con camisas gigantes de principios de los noventa, mis pantalones rojos, las caminatas, las charlas, las horas de estudio, los caracoles del fondo del mar,  los globos de la memoria cerrando esa ceremonia, mi primer intento de construir futuro. Y cada situación de hoy y cada recuerdo de ayer, me llenan de ganas y de intriga y de antojos de mañana.
Es que algunos días los tiempos se superponen de manera increíblemente poética.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Antes del fin






A mis amigos, compinches de utopia,
escuderos de mi zurdo corazón,
tercos quijotes, tontos de la colina,
por la calle de la desolación.

A mis hermanos, mentirosos trovadores,
poetas y ladrones, vendedores de ilusión,
titiriteros, chiflados y cuenteros,
lunáticos, leprosos, en la era del color.

Esa brisa que respira en la ventana,
azul misterio que viene desde el mar,
a mi barrio, al sur, con su mapa de estrellas
titilando en las botellas de algún bar.

Los borrachos, tentempiés en la tormenta,
bebedores de quimeras que no logran despertar,
a la neblina que camufla a los amantes,
clandestinos que se besan en lo oscuro de un zaguán.

Por el mundo, que redondo da revancha
en cada esquina, dejándote levantar,
cuando una puerta va y se cierra, siempre hay otra
que está abierta, invitándote a volver a comenzar.

A los que saben que la fama es puro cuento,
un triste invento que mató a su inventor.
Los que rechazan el falso brillo del vento,
por el simple placer de decir no.

No ser feliz es el peor de los pecados,
como dijo un viejo mago, ya al borde del cajón,
por eso elijo recordar de dónde vengo,
disfrutar mientras dé el tiempo, que tomorrow never knows.

A los trenes que regresan de Sansueña,
con un blues del Darno, rojo ceibo en flor,
a los bordonis que me habitan allá lejos,
custodiando lo que el tiempo se llevó.

A mi Lucía y mi Celia, mis amadas hechiceras,
curanderas de cualquier dolor,
a mis libros y mis discos, talismanes,
espejismo que me ayudan a seguir siendo yo.

Por el mundo, que redondo da revancha
en cada esquina, dejándote levantar,
cuando una puerta va y se cierra, siempre hay otra
que está abierta, invitándote a volver a comenzar...

De Walter Bordoni