La vida es una suma de detalles.
Las pequeñas cosas que suceden entre dos grandes momentos son nuestros días y nuestras horas y nuestros lugares y nuestros afectos.
Así que dale, nena. Ya está.
Escurrite los malos ratos y empezá a moverte otra vez. Seguí llenando de detalles tus días porque eso es, exactamente, construir tu vida. Habrá quienes quieran compartirla y quiénes no.
Habrá quienes sepan y quiénes no.
Habrá quienes acompañen sólo un rato y quienes estén muchos años.
Habrá quienes entiendan y quienes no necesiten comprender para querer.
Como sea. Vos dale.
Que a fuerza de pequeñas cosas se cuidan los afectos y se arman los días.
¿Te acordás? La única que puede hacer algo con esta vida tuya sos vos y la única manera de hacerlo es detalle tras detalle, pie detrás de pie. Que tanto al cataclismo como al gozo se llega así…
De a poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario