Siento que cada
día que pasa es más ligero mi equipaje, y está bueno que así sea.
¿Para qué
arrastrar tras de mí pesadas cajas de pasado cuando puedo apilar montones de
presente y regocijarme en ello?
El pasado está
por allí, en algún lugar y no reniego de él.
Es el que me hace ser quien soy hoy,
pero llevarlo a cuestas como agobiante mochila no suma, no aporta… Viajar ligero por
la vida es mi consigna. Con grandes
espacios internos para que entre lo nuevo,
lo que nos hace crecer y explorar nuevas instancias de nuestro propio
ser en constante cambio y evolución.
¿Vamos?
¿Te
animás a desprenderte de las cajas pesadas de pasado y cargarte en cambio de
novedosas pilas de presente continuo? Quién te dice, por ahí tenés suerte y el
presente se convierte en perfecto!!!
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